Que Rob Tognoni no ha dejado de luchar por triunfar con su música no se lo puede discutir nadie. Tras más de veinte años de proyectos, localizados en su Australia natal tanto en solitario como con bandas de su creación, se ha ido haciendo su propio lugar en este mundillo del blues-rock en buena parte porque creo que con los años ha ido puliendo sus excesivas influencias de un rock más duro (una de las bandas que más le impactó en su día fue AC/DC) a la hora de plasmarlo en el blues que quería desarrollar.
Sin duda, la ayuda que en su día le brindó su compatriota Dave Hole fue determinante a la hora de aprovisionarse de la energía suficiente para no caer en el cansancio y seguir adelante con sus inquietudes. Y yo creo que lo ha conseguido. Que es un gran guitarrista está más que comprobado en su ya extensa discografía, aunque he de reconocer que para mi gusto pesa todavía demasiado su lado más heavy, y en este disco que acaba de sacar lo podemos comprobar donde combina esa fuerza de la que hablo con momentos acústicos realmente deliciosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario