Puntualmente, tal y como había anunciado, ya tenemos en nuestro poder el nuevo trabajo de este magnífico guitarrista que es Joe Bonamassa.
Apenas recuperados del impacto que supuso la publicación de su primer disco con la superbanda Black Country Communión y de la que ya dimos cumplida cuenta aquí, ya tenemos motivos para seguir ensalzando la obra de este artista puesto que vuelve a deleitarnos con un magnífico disco en el que, si bien no es que supere a trabajos anteriores, nos ofrece otras alternativas alejando así la posible monotonía creativa.
Aquí encontramos el blues-rock que tanto le define, pero también encontramos algún tema country (“Tennessee Plates” tema de John Hiatt y que canta a dúo con él), y colaboraciones importantes como la de Glenn Hughes, su compañero en Black Country Comunión, cantando en el tema de Paul Rodgers “Heartbreaker”; Vince Gill, guitarra y voz en “Sweet Rowena” de la que es autor; y Steve Nathan, Reese Wynans, Michael Rhodes, y más.
La banda únicamente ha sufrido una variación: el nuevo batería es Tal Bergman, un tipo que se podría considerar de sesión dada la multitud de artistas a los que ha acompañado a lo largo de su carrera (Simple Minds, Loreena McKennitt, Herb Alpert, Belinda Carlisle, etc) y parece que se ha adaptado perfectamente. El resto, los mismos: Carmine Rojas, al bajo y Rick Melick a los teclados.
