Aunque creo que está claro, reafirmo que en este blog sólo se vierten opiniones personales, exclusivamente basadas en los gustos propios del que escribe y que, por tanto, ni hay alabanzas interesadas ni por supuesto críticas intencionadas.
Digo esto porque este disco que traigo a colación de uno de los artistas que en más consideración tengo, como es Eric Gales, me ha producido una grandísima decepción por culpa de los derroteros en que transcurre.
De entrada, blues muy poco, apenas nada. Todo instrumental. Todo muy enfocado al virtuosismo musical, sin transmitir nada de nada, aburrido, y si se me apura hasta poco original (me recuerda al Joe Satriani de épocas anteriores). Un alarde que no entiendo a qué obedece, aunque evidentemente es muy dueño de hacer lo que le parezca, faltaría más, pero los receptores de su música también podemos opinar máxime cuando lo que te están entregando se aleja tanto de lo que se espera.
Totalmente prescindible.
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