Lo cierto es que ya no se me ocurren muchas cosas que añadir a lo ya dicho en entradas anteriores acerca de este genio, pero de nuevo estoy con la boca abierta ante este nuevo trabajo que se publica coincidiendo en la fecha con la de su 79 cumpleaños. Sin embargo no entiendo por qué me sorprendo si ya debería estar habituado al hecho de que cada disco que va publicando me parece una obra maestra que automáticamente se convierte en disco de cabecera durante una larga temporada.
Born to play guitar vuelve a ser una lección de blues no sólo en la forma de ejecutarlo sino además en el fondo de lo que persigue. En la forma, porque sigue deleitándonos con una guitarra increíble, una voz poderosa para la que no pasan los años y acompañándose (como en trabajos anteriores) de un puñado de artistas invitados que nos lo haga aún más apetecible: Billy Gibbons, Kim Wilson, Joss Stone y Van Morrison aparecen en sendos temas. En el fondo, por su compromiso con la música que ama y con el recuerdo hacia las personas que han hecho crecer y reforzar las raíces del blues. Por ello hay un tema, Flesh & Bone, que homenajea al desaparecido B.B. King con un inspirado Van Morrison en la voz y otro, Come Back Muddy, que como su título trasluce va dedicado al gran Muddy Waters. Como siempre Tom Hambridge se hace cargo de la producción además de tocar la batería y componer buena parte de los temas. Otros músicos que forman la base de la banda son Rob McKenley (guitarra), Kevin McKendree (teclados), Glenn Worf (bajo), Doyle Bramhall II (guitarra), Reese Wynans (teclados), Michael Rhodes (bajo), Billy Cox (bajo).
El emocionante beso que Buddy Guy da a su guitarra en la carátula del disco es lo que traducido a música nos vamos a encontrar dentro. Disfrutémoslo.