A propósito o no, la cuestión es que Eric Steckel publica puntualmente cada dos años un nuevo disco. Con éste hace ya el sexto, cuando justamente se cumplen diez años de su debut discográfico con aquel "A few degrees warmer" que con tan sólo 11 años sorprendió a propios y extraños por la increíble forma de tocar para su edad, su fuerza en el escenario e incluso por su faceta de compositor, porque tres de los temas de ese disco eran de creación propia. Sólo un año después John Mayall puso los ojos en él con ocasión de un encuentro en un festival y tan impresionado quedó que al poco tiempo se lo trajo de gira a Europa con sus Bluesbreakers llegando incluso a contar con su colaboración en el "Road dogs" que John Mayall publicó en 2005. Si algo ha caracterizado a Mayall en su historia es haber sabido rodearse siempre de una gran cantera de guitarristas.
Con este nuevo disco confirma lo que ha venido siendo una clara evolución a lo largo de estos 10 años. Ya no es aquel sonido tan claramente influenciado por Steve Ray Vaughan que mostró en su primer disco. Ahora abundan las baladas con una técnica a la guitarra mucho más personal, más trabajada. Ha conseguido crear su propio estilo aunque alejándose en buena medida del blues que inicialmente respiraba, pero conservando la frescura y claridad de ideas que siempre ha tenido. Y a todo esto ampliando su faceta como instrumentista, puesto que además de la guitarra, con los años se ha consolidado como un excelente teclista, sobre todo con el Hammond B-3 como podemos corroborar en el tema de este disco "Empty promises".
Creo que estamos ante un buen disco para acabar este año 2012 que en mi opinión no ha sido demasiado prolífico en lo que a buenas obras musicales se refiere.
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