Por mucha gente, Magic Slim es considerado el mejor representante en activo del tradicional sonido Chicago blues y aunque se comparta o no esta afirmación, lo que sí es cierto es que es uno de sus mejores intérpretes como viene a demostrar una vez más con este nuevo trabajo. Su inconfundible guitarra con ese vibrato tan característico en él nos deja una prueba más de que el tiempo no parece pasar para muchos de estos veteranos blueseros que todavía se mantienen en activo (75 años a las espaldas de este grandullón).
Cuando de chico, trabajando en una máquina para el algodón, perdió el dedo meñique de una de sus manos decidió cambiar el instrumento al que dedicaba todos sus esfuerzos, el piano, por la guitarra. Este hecho le cambió la vida y aún más le cambiaría cuando conoció al legendario Magic Sam, quien aparte de convertirse en su mentor y principal maestro le otorgó el apodo que aún conserva, Slim, puesto que por entonces era un tipo alto y delgado. Pero no fue un camino de rosas, tras la marcha de su Mississippi natal a Chicago, en ese momento meca de gran parte de músicos de blues, se dio cuenta que necesitaba perfeccionar mucho su técnica con la guitarra y decidió volver a Mississippi para conseguirlo al precio que fuera. Y vaya que lo consiguó. En su regreso a Chicago, años después, ya formó su banda, The Teardrops, que le han acompañado hasta hoy aunque evidentemente con diferentes cambios en sus miembros (el más conocido de ellos fue John Primer que se mantuvo 13 años en la banda)
Blues al más puro estilo Chicago. Gran disco.
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