Es cierto que Eric Clapton a lo largo de su carrera en solitario nos ha ido acostumbrando a que su trayectoria musical haya tomado caminos diferentes, según qué épocas, o simplemente según le ha apetecido. Este hecho ha implicado que dentro de su legión de seguidores haya quienes sean sumamente críticos con él en cuanto se desvía de lo que el interesado espera de su producción.
A mi personalmente esto me parece tremendamente injusto cuando el personaje objeto es nada menos que Eric Clapton, pues creo que es uno de los artistas que se ha ganado a pulso hacer lo que le dé la real gana. Lo cual no quiere decir que necesariamente tenga que gustarnos todo lo que ha producido en su dilatada carrera, que ha sido mucho y muy variado.
Todo esto viene a colación por este nuevo disco que nos ofrece y del que antes que nada he de decir que en absoluto es lo que más me gusta de él. Pero sin embargo es un excelente disco conceptual, uniforme, sólidamente trabajado con una magnífica producción de Doyle Bramhall II, colaborador además en varios temas.
La mayoría son canciones que forman parte de la memoria musical de EC y que van desde “Travelín alone”, de Lil’ Son Jackson, a “How deep is the ocean”, de Irving Berlin, pasando por el clásico “Autumn leaves” de Johnny Mercer o “When somebody thinks you’re wonderful” de Harry Woods y que popularizó Fats Waller.
A destacar también los músicos invitados: Kim Wilson (armónica en dos temas), Derek Trucks (guitarra en “Rockin’ chair”, otro clásico de Hoagy Carmichael), Wynton Marsalis (trompeta en tres), Allen Toussaint (piano en dos), Sheryl Crow (voz en “Diamonds made from rain”), J.J. Cale (guitarra en cuatro), el ya citado Doyle Bramhall II (guitarra en cuatro), y una base casi permanente formada por Jim Keltner (batería), Willie Weeks (bajo) y Walt Richmond (teclados)
A mi personalmente esto me parece tremendamente injusto cuando el personaje objeto es nada menos que Eric Clapton, pues creo que es uno de los artistas que se ha ganado a pulso hacer lo que le dé la real gana. Lo cual no quiere decir que necesariamente tenga que gustarnos todo lo que ha producido en su dilatada carrera, que ha sido mucho y muy variado.
Todo esto viene a colación por este nuevo disco que nos ofrece y del que antes que nada he de decir que en absoluto es lo que más me gusta de él. Pero sin embargo es un excelente disco conceptual, uniforme, sólidamente trabajado con una magnífica producción de Doyle Bramhall II, colaborador además en varios temas.
La mayoría son canciones que forman parte de la memoria musical de EC y que van desde “Travelín alone”, de Lil’ Son Jackson, a “How deep is the ocean”, de Irving Berlin, pasando por el clásico “Autumn leaves” de Johnny Mercer o “When somebody thinks you’re wonderful” de Harry Woods y que popularizó Fats Waller.
A destacar también los músicos invitados: Kim Wilson (armónica en dos temas), Derek Trucks (guitarra en “Rockin’ chair”, otro clásico de Hoagy Carmichael), Wynton Marsalis (trompeta en tres), Allen Toussaint (piano en dos), Sheryl Crow (voz en “Diamonds made from rain”), J.J. Cale (guitarra en cuatro), el ya citado Doyle Bramhall II (guitarra en cuatro), y una base casi permanente formada por Jim Keltner (batería), Willie Weeks (bajo) y Walt Richmond (teclados)
En resumen, un muy buen disco, pero que a muchos dejará indiferentes, dependiendo de la faceta que más valoren de su creatividad.
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